Hubo un tiempo no muy lejano en el que la necesidad extrema por salir a flote, con las finanzas del club en rojo, era más bien un deseo que un salvavidas real. Aún hoy, en este Atlético de Primera con billetera y chequera con fondos, recuerdan esas épocas de arcas vacías y de deudas contraídas e impagas que casi que empujan a la institución al borde de un abismo llamado quiebra. “Ese recuerdo no debe desaparecer jamás, es el mejor ejemplo que tenemos nosotros los dirigentes para no cometer de nuevo los mismos errores.” La bajada de línea viene de la boca del presidente Mario Leito, la cabeza visible de un “Decano” que no sólo ha crecido en lo deportivo sino también en lo institucional y en lo estructural.
Atlético ha sabido acompañar su cambio, y sostenerlo en base a una austeridad económica sorprendente. Es, en líneas generales, un modelo a seguir por las instituciones de la región. Porque en un fútbol argentino en el que la mayoría de las instituciones de primer nivel arrastra deudas millonarias, en el Monumental brindan por haber cerrado un nuevo año con superávit, con nuevas obras, compras y con proyectos por delante tan ambiciosos como los ya concretados.
Si de sueños se trata, Atlético es un cazador nato. Después del fracaso del no ascenso de 2014, tras perder el desempate con Huracán en Mendoza, lo que vino después fue una constelación de grandes victorias. Morales, deportivas y económicas. Vino el campeonato de la B Nacional, la consagración como equipo sorpresa en su primer año en la máxima categoría; la histórica clasificación a la Copa Libertadores 2017, la Sudamericana (2017), una final de Copa Argentina (2017) y así sucesivamente hasta cerrar 2018 siendo Atlético uno de los ocho mejores equipos del continente en la edición 2018 de la Copa que ganó River. Hay más: el receso de la Superliga 2018/19 lo tiene en el podio y con el envión para culminar las 10 fechas restantes del campeonato como protagonista. “Se puede soñar con ser campeones, ese es mi sueño”, había dicho Bruno Bianchi. Por ejecución y producción en cancha, el “Decano” tiene con qué ilusionarse.
Pero no todo en la vida es fútbol. El fútbol es más bien el nexo entre la pasión y la evolución del club. Mientras a los dirigidos por Ricardo Zielinski les vaya bien en acción, todo es posible. Por eso, y soñando a cuenta, en Atlético ya tienen en la mira su próximo anhelo: construir un centro deportivo de la última generación con 10 canchas de fútbol avaladas por la FIFA, tres vestuarios para inferiores, uno para el plantel superior, un gimnasio a tono con semejante proyecto para los chicos, además de otro privado para el primer equipo; un centro médico, zonas de esparcimiento y hasta un hotel donde se concentrarían “Pulguita” Rodríguez y compañía.
El primer paso ya ha sido dado con la compra hace unos meses de un predio de 20 hectáreas en la zona de San Andrés. Se lo compró Atlético a una citrícola, la que mantiene una relación formidable, al punto de disponer de 25 hectáreas más si así lo desea.
Hay un problema mayúsculo, y ese tiene el signo dólar por delante. La devaluación del peso argentino ha hecho que cada proyecto de obra se convierta en una utopía. Un ejemplo claro es lo que se ha invertido en estos últimos 10 años de gestión: unos $ 100 millones, con los que el club aún hoy continúa remodelando a pleno el estadio Monumental, desde la fachada a nuevas tribunas (la del sector 3 está en marcha) e inversiones en el césped y comodidades para los hinchas. A eso, hay que sumarle también nuevos vestuarios, accesos, cantinas, oficinas y el futuro museo y caminería. El complejo de Ojo de Agua también se nutrió de ese dinero. Se levantó de cero el vestuario del plantel superior, la casa que funciona como pensión; también tomó vida la cancha -única- de fútbol 11 de césped sintético y más. La lista es extensa. Incluso la semana pasada se dio inicio a la obra del nuevo acceso al complejo. Será estilo tipo country y de uso exclusivo para los socios y el plantel superior, a futuro.
Los chicos, si los dólares vuelven a llover, se irán a San Andrés. Para eso, claro, Atlético se ve obligado (con gusto) a seguir haciendo valer su nombre a nivel internacional.
Una fortuna
Sólo para levantar el primer módulo en el nuevo complejo se necesitan U$S 4 millones, o sea poco más de $ 157 millones (a $ 39,30, el tipo de cambio). Un módulo base constaría de cuatro canchas para las inferiores, un vestuario -en vez de tres- para los chicos y parte de la infraestructura como caminería, instalación de agua, luz y demás servicios. Para dimensionar lo que cuesta hacer de cero una cancha de fútbol, dependiendo de su tecnología y calidad, se requieren entre U$S 100.000 y U$S 300.000.
La cuarta pata de la mesa
Al haber quedado obsoleto Ojo de Agua, ya que no hay espacio suficiente para seguir creciendo, lo que urge es sacar a las inferiores de allí y ubicarlas en San Andrés. Y si bien Atlético no tiene deuda, tampoco está dispuesto a tomarla. Por eso, la apuesta está en un rubro que hace años no puede explotar: la venta de jugadores. En la actualidad, y tomando como referencia el notable rendimiento de varios de sus jugadores, la jugada está ahí, en abrirse al mercado. Ofertas por diferentes futbolistas tiene el “Decano”, pero sólo venderá uno, o a lo sumo dos. El que mayores chances de despedirse tiene es Rodrigo Aliendro, siempre y cuando el ofrecimiento convenza al “Decano”.
En promedio, el costo de vida mensual del club ronda los $ 15 millones, en todo concepto. Aunque hubo meses que superó largamente ese cifra, como cuando desembolsó dinero para iniciar las obras que están en curso (estadio y complejo). Ahora, si Aliendro se va, se irá porque Atlético recibirá dólares y esos dólares, en exclusiva, serán destinados al predio de San Andrés. Porque ese es el gran sueño que persigue hoy el club.
A tener en cuenta
- El reflejo del pasado de Atlético sirvió para no repetir errores a futuro.
- El club no tiene deuda y genera ganancias.
- En los últimos 10 años, el “Decano” invirtió más de $ 100 millones en obras y en adquisición de bienes y activos, como la compra de jugadores.
- Su próximo objetivo es construir un predio de última generación en San Andrés. El primer módulo le demandará una inversión mayor a $ 157 millones. Necesita vender jugadores para eso. Sí o sí.